El éxito educativo y la excelencia requieren del conocimiento profundo de cada alumno, en particular, y de una firme apuesta por la atención a la diversidad, dando respuesta a las necesidades de cada uno. Nuestro centro cuenta con las herramientas, recursos, programas e iniciativas necesarias para lograrlo, siendo uno de los pilares fundamentales del mismo la personalización de los aprendizajes.
Los adolescentes ya no solo deben tener una escala de valores formada, sino que deben saber darles una utilidad concreta. Por un lado, ser capaces de identificar las situaciones de conflicto de valores en su vida diaria; saber discernir y tener la fortaleza para elegir por uno mismo. Por otro lado, empezar a entender las implicaciones éticas en su futuro papel en la sociedad. Por último, participar en iniciativas de voluntariado, tanto para mejorar su entorno (mediación, sostenibilidad) como para mejorar la sociedad (participación en actividades solidarias). En estos tres aspectos el colegio está fuertemente implicado.
Antes de la adolescencia ya hemos identificado, al menos, un deporte con el que cada alumno se siente comprometido. Fomentamos todas las posibilidades que ese deporte ofrece y facilitamos su ejercicio y perfeccionamiento regular, como parte de la rutina de vida. Es fundamental para el correcto desarrollo físico y psicológico del alumno, incluyendo el rendimiento académico y las relaciones sociales, que el adolescente practique al menos un deporte con regularidad.
Nuestro objetivo es que cada alumno encuentre, al menos, un deporte con el que se comprometa, para que éste les acompañe a lo largo de su vida.